El rayo violeta es un aparato médico que se usó en el siglo 20 en una obsoleta terapia médica llamada electroterapia. Se creía que todo lo que tenía que ver con la recientemente difundida electricidad era «mágico» o «curativo», se dice que curan todo, desde el lumbago o catarros, al antrax.
Su construcción básica fue inventada por Nikola Tesla antes de 1900, que introdujo sus primeros prototipos en la Exposición Mundial de Columbia en 1893. La mayor parte de los rayos violetas en los EE.UU. se produjeron antes de la era de la depresión y algunos de los más grandes fabricantes estadounidenses de rayos violetas eran Renulife, Fitzgerald y Fisher, aunque con el tiempo (a partir de la Segunda Guerra Mundial) se decantaron hacia otros dispositivos eléctricos que se vendían mejor, como bobinas de radio u otros componentes eléctricos para la guerra.
Un dispositivo típico rayo violeta consistía básicamente en una bobina de Tesla que brillaba púrpura a través de diversos accesorios de vidrio, sin conexión a tierra y con una baquelita adjunta donde se insertaban tubos de vidrio de diferentes formas y tamaños para aplicar la corriente resultante a diferentes partes del cuerpo.
En los años 50 la FDA (Food and Drug Administration: Agencia de Alimentos y Medicamentos de EEUU) finalmente prohibió estos dispositivos en EEUU, aunque siguieron fabricándose fuera de sus fronteras.