Esculturas de Picasso, en el MOMA de New York, del 14 de septiembre del 2015 al 7 de febrero del 2016. A diferencia de la pintura, por la que se ganaba la vida, la escultura ocupaba un estado exclusivamente personal y experimental para Picasso. Se acercó a ella con la libertad de un artista autodidacta, dispuesto a romper todas las reglas. Esta actitud le llevó a desarrollar un cariño profundo por sus esculturas, por lo que Picasso mantuvo la mayoría en su posesión privada durante su vida.