La muestra, a través de 10 unidades temáticas, nos descubre el medio físico en el que se desenvolvió la vida de los habitantes del Paleolítico. Su vida, su configuración mental y anatómica, sus útiles y técnicas, los motivos que representaban, la materialización de su expresividad plástica en cuevas o al aire libre, el significado de sus símbolos así como la trayectoria de la investigación.La exposición contiene piezas procedentes de yacimientos que componen el imaginario mítico del arte paleolítico: Altamira, Tito Bustillo, El Castillo, Entrefoces, Morin, Lussac, Laugerie, La Madeleine, La Ferrassie, La Marche, Solvieux, Mas D’Azil, Isturitz, Trois-Frères…
Esta exposición, hasta el 7 de abril, invita a reflexionar sobre las principales realizaciones plásticas de unos seres humanos, nuestros antepasados más lejanos, de los que no conocemos su nombre. Individuos anónimos que habitaron la tierra en el Paleolítico Superior y que comenzaron a dibujar, pintar, esculpir, grabar y modelar la propia historia.
Arte sin artistas. Una mirada al Paleolítico