Desde hoy (hasta el 26 de febrero de 2012) podrán contemplarse en el Museo del Prado 36 miniaturas y tres pequeños retratos que forman parte representativa de la poco conocida colección de miniaturas de la pinacoteca madrileña, compuesta por casi dos centenares de piezas. Realizadas al gouache sobre vitela, papel o tablillas de marfil, estas obras fueron concebidas esencialmente para el ámbito privado y constituyen la faceta más íntima de las pinturas que componen los fondos del Prado, aunque en ocasiones también cumplieron funciones de Estado, pues algunos monarcas las regalaron a emisarios o embajadores extranjeros coincidiendo con su proclamación, con su matrimonio o con la firma de acuerdos y tratados.
La exposición, que se acompaña de la publicación de un completo catálogo en torno al tema, prestará especial atención a la escuela española a través de sus grandes nombres (Guillermo Ducker, José Alonso del Rivero, Luís de la Cruz y Ríos, Florentino Decraene, Cecilio Corro, Juan Pérez de Villamayor, Manuel Arbós , Antonio Tomasich) aunque también contará con trabajos salidos de las escuelas austriaca, italiana, francesa, inglesa, alemana y portuguesa fechadas entre mediados del siglo XVIII y comienzos del XX. Varios de ellos han sido restaurados recientemente antes de su presentación.