Alfred Kubin (1877-1959) vivió una existencia de sufrimiento y retiro, pero fue admirado por buena parte de la intelectualidad centroeuropea: Franz Kafka le consideraba uno de los mejores escritores, Herman Hesse no dejaba de alabarle, el cineasta Murnau le nombraba como principal fuente de inspiración para su cine expresionista —varias escenas de Nosferatu tienen escenografías que copian literalmente obras de Kubin
Una gran colección de sus dibujos tempranos, quizá los más brillantes de su carrera, se expone en el museo Nottigham Contemporary (Reino Unido) en la muestra The Other Side (La otra parte), titulada como la novela más famosa de Kubin, hasta el 30 de septiembre.