En 1970, un senador y activista ambiental de los Estados Unidos, Gaylord Nelson, tomó la iniciativa de festejar el día de la Tierra el 22 de abril. Hace cuarenta años atrás, advirtió los riesgos de la contaminación ambiental. Es así que el objetivo de este proyecto fue conservar la biodiversidad y respetar el medio ambiente; en definitiva, crear conciencia para que nosotros mismos cuidemos el planeta Tierra.
El Día Mundial de la Tierra es, definitivamente, una celebración que pertenece a la gente. Esto significa que no es una iniciativa política, ni religiosa ni de ningún tipo de ideología. El gran reto es conseguir que todos nos convirtamos en ciudadanos responsables; es decir, llevar a cabo acciones que no dañen al medio ambiente. Desde ahorrar agua en nuestras propias casas, jardines, oficinas, etc., hasta elegir productos que no contribuyan al cambio climático.
Y, los más importante de todo, informarse respecto a qué cosas podemos hacer para cuidar nuestro hogar.