En 1901 el Ayuntamiento de León derribó los cubos de la muralla en la Avenida de los Cubos, al lado de Puerta Castillo (el llamado Arco de la Cárcel) y el vecindario “lo recibió con gran júbilo”, ya que su presencia solo «impedia que las ciudades se embellezcan y ensanchen en armonía con las necesidades de la vida moderna».