Hace ciento cincuenta años, la caída de Fort Sumter marcó el inicio de la guerra civil americana. Cuatro años más tarde, la guerra terminó con la rendición de las fuerzas confederadas. La guerra creó la organización de la atención hospitalaria que tenemos hoy. En los trenes y los barcos de vapor, decenas de miles de soldados heridos y enfermos llegaron a la ciudad de Philadelphia, para ser atendidos en los hospitales locales, muchas veces llevados por voluntarios (principalmente mujeres) sin formación pero con muchas ganas de ayudar. Los médicos «creaban» ingenios de la nada para ayudar con mutilaciones, pérdidas de miembros, etc. intentando que sus pacientes pudieran regresar a sus casas y tal vez seguir adelante. Grandes avances en investigación y ortopedia, en los traumas emocionales y la necesidad de que toda herida, por pequeña que fuera debía ser limpiada y «desinfectada» para no acabar en infección o necrosis.
Los artefactos, piezas anatómicas e ilustraciones del Colegio y de otras colecciones y cuentan la historia.