La relación de los seres humanos con los animales es extensa y enriquecedora, son nuestros aliados, enemigos, compañeros, trabajadores, rivales, pero ante todo están ahí con o sin nosotros.
Algunos los consideramos de buen augurio porque nos alimentan, protegen, acompañan, pero además hay otros animales, que sin ser necesarios para nuetra supervivencia los consideramos traedores de buena fortuna, es el caso de:
Grillo (su canto trae buena suerte), elefante (en la India Ganesh es el dios elefante, portador de fortuna), Perro Terrier Tibetano (que en Estados Unidos se les llama “luck bringers” o portadores de suerte), rana (pone muchos huevos, simboliza la abundancia), Araña (en el Reino Unido estos insectos son llamados «tejedores de dinero»), águila (símbolo de elevación, es un principio espiritual que se identifica con el sol), abejas (mensajeras entre el cielo y la tierra), ciervos, corderos (en la Biblia el “cordero de Dios»), tortugas, mariquitas (sobre todo si se posan sobre tí).
«Lightmatter elephanttrunk» by By Aaron Logan via Wikimedia Commons.
Otros animales los consideramos causantes de desgracias: Lechuza (buho, muerciélago, cualquier animal nocturno), serpientes (ya en la Biblia eran símbolo del mal), gatos (depende de las culturas, pero en occidente es frecuente que se los relacione con las brujas, sobre todo a los negros), cuervos (negro, ruidoso, oscuro), cualquier animal negro (polillas, perros, lobos), ratas (portadoras de pestes y plagas).
Pero en general la suerte que los animales pueden proporcionarte depende de la cultura, los gatos son portadores de suerte ( «Maneki Neko» o gato de la suerte) para los orientales pero de desgracias (sobre todo los gatos negros) para los occidentales.
