Probablemente se trate del tipo de edificio público que mejor podamos asociar con las creaciones arquitectónicas de época romana. De hecho, el anfiteatro es una creación propia y original de Roma, que carece de precedentes en culturas anteriores (a no ser la unión de dos anfiteatros griegos) y que tampoco tuvo herederos directos en las civilizaciones posteriores a la época clásica (a no ser que consideremos las actuales plazas de toros).