Nacido en Cacabelos, Francisco Antonio Méndez Novoa, escribió a mediados del Siglo XIX un tratado en el que resolvía ‘la cuadratura del círculo’, un problema imposible de resolver que consiste en dibujar un cuadrado que tenga el mismo área que un círculo dado, pero con la dificultad de hacerlo solamente con regla y compás. Tal hazaña ha traído ‘de cabeza’ a muchas mentes desde los tiempos de la Grecia clásica hasta la actualidad.