Hernando de Vega manda edificar el castillo de Grajal de Campos a comienzos del siglo XVI, sobre los restos de otro anterior y fue terminado por su hijo Juan de Vega y Acuña, conde de Grajal.
Dadas las fechas tan avanzadas de construcción fue ideado para defenderse de la artillería. Tiene planta cuadrada, con cubos en las esquinas, Los muros tienen numerosas aberturas para albergar cañones.
Actualmente es propiedad privada del duque de Alburquerque, pero se puede visitar.