Degas/Cassatt, hasta el 5 de octubre del 2014 en la National Gallery of Art de Whashington. La afinidad entre los dos artistas es innegable. Ambos eran realistas que se inspiraron en la figura humana y la representación de la vida moderna, mientras que evitaron paisaje casi en su totalidad. Ambos fueron muy educados, conocidos por su inteligencia e ingenio, se mueven en los mismos círculos sociales e intelectuales.
Mary Cassatt (1844–1926), que se había instalado en París en 1874, conoció a Edgar Degas (1834–1917) en 1877 cuando él la invitó a participar con los impresionistas en su próxima exposición. Durante la década siguiente, los dos artistas participan en un diálogo intenso, para el consejo y el desafío a experimentar con materiales y técnicas. Ambos hicieron la técnica del grabado un aspecto importante de su carrera y durante un tiempo colaboraron en sus esfuerzos. Su admiración y apoyo mutuo continuó tiempo después de que sus artes comenzaran a tomar diferentes direcciones: Degas continuó adquiriendo obras de Cassatt, mientras que ella promovió su obra frente a coleccionistas a su vuelta en los Estados Unidos. Permanecieron fieles amigos durante cuarenta años, hasta la muerte de Degas.
