La fortaleza fue edificada a mediados del siglo IX, con los reyes asturianos conquistando terreno hacia el sur, en una colina estratégica sobre la ribera del Valcarce y en la ruta hacia Galicia. Su nombre procede del conde Sarracino, hijo del conde Gatón. Reformado a finales del siglo XV por el marqués de Villafranca, funcionó como pabellón de caza, con dos torres añadidas, en el siglo XVIII.
Cuarenta y cinco mil euros salvarán este verano al Castillo de Sarracín de la ruina. Es el presupuesto mínimo de las obras de consolidación que el Ayuntamiento de Vega de Valcarce emprenderá en las próximas semanas después de alcanzar un acuerdo con la Junta de Castilla y León para evitar el previsible desplome de una parte de la fortaleza con las heladas del invierno. El Ayuntamiento cuenta con la aportación del Grupo Valcarce para confinanciar los trabajos y de dos arquitectos de la zona que elaborarán el proyecto técnico que después supervisará la Dirección General de Patrimonio de la Junta.