A pesar de una corta carrera truncada por la tuberculosis, el pintor Antoine Watteau (1684–1721) es un clásico del rococó más refinado, un virtuoso que pasó a la historia por su afán de inyectar color al pálido barroco y avivar el interés de autores posteriores por los tonos vivos.
Watteau no es un habitual en las exposiciones temporales de las pinacotecas modernas. Consciente de la inmerecida falta de atención, el museo Bozar de Bruselas (Bélgica), en colaboración con el Palacio de Bellas Artes de Lille (Francia), anuncia la inauguración el 8 de febrero de una sugerente muestra que recupera al maestro, hasta el 23 de mayo del 2013.
Antoine Watteau (1684-1721): The Music Lesson (La clase de música) hace hincapié en las escenas musicales del pintor, que en casi un tercio de su creaciones incluyó a músicos interpretando diferentes instrumentos.