El Palacio de los Marqueses de Villasinda es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad, pero pasa casi desapercibido en una esquina de la calle Ancha. Fue propiedad de Francisco Alonso Quirós, marqués de Villasinda, caballero de Santiago y regidor perpetuo de León, además de nieto de Suero de Quiñones. Los Marqueses promovieron la construcción e este edificio entre 1570 y 1580. Luego, llegarían a ser muy poderosos en la zona sur de León, con extensas propiedades en la zona de los Oteros.
Del edificio original sólo subsisten las fachadas de los torreones y algunos elementos aislados, como los balcones, ya que fue practicamente destruido en su totalidad por un cruento incendio a principios del S.XX.